Tráeme la noche

Pasada la medianoche me impresiona lo que mi mente puede crear y lo que mis ojos pueden creer.

No está más, no está más. Pero lo vi, claramente en la parte más oscura de mi habitación. Por aquella ventana. Cerca, tan cerca. Viéndome a los ojos por un instante, justo como lo hacías. Una mirada extraña que no puedo descifrar. Ese nuevo acorde no me hizo verlo a los ojos, me asusté. De cabellos negros; ésos; que abandoné hace unos meses pretendiendo apartar nuestra oportunidad. Los ojos claros a los que renuncié hace algunos años, mientras intentaba demostrar mi independencia emocional. Los labios rosados que vengo deseando de un tiempo a éste. Los gestos burlones, los mismos que hacías al verme sonreír. Mi usual enfermedad. Malditas noches sin dormir. Maldita sombra tras la ventana que ocasiona que te extrañe tanto. Maldita noche fria. Malditos sueños.
¡Amanece!

“Mañana tendré al sol para besar tu sombra”.

1 comentario:

Tony dijo...

Será que no dormiste porque nuestras propias sombras son las que escriben y no nosotros.

Me gusta.