Que importa, lo siento, hasta siempre, te quiero.


Que el equipaje no lastre tus alas.
Que gane el quiero la guerra del puedo.
Que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
ni ciento volando, ni ayer ni mañana.
Que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena.
Que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas.
 
Ahora es demasiado tarde, princesa. 


Cuando se pudra el cielo, cuando silben las balas,
sabrás que dejo todo si tú me dices ven,
porque sigues contando conmigo por las malas,
por más que descarrile mi penúltimo tren.


No hay comentarios: