Crónica de abusos denunciados

Su mirada es el veneno que contamina el aire que su pelo rosa, María tiene miedo de ver a los ojos a su marido, teme denunciarlo, desconoce sus derechos y no sabe si alguna institución podría ayudarla. Las mujeres ya no quieren sentirse inseguras. Partimos en busca del conocimiento de los Derechos de la Mujer y esto fue lo que encontramos...


El trabajo empezó en el INEI, la actitud de la bibliotecaria como viento anunciando tormentas dificultaba nuestro propósito pero pese a ello e ingeniándonosla de un modo algo pesado obtuvimos la información, no hace falta decir lo mucho que nos sorprendió los índices de violencia contra las mujeres. En el 2006 se registraron 2331 denuncias de maltrato a mujeres según parentesco, en el 2007: 1651; mientras que en el 2008: 1802; los registros solo contaban hasta ese año, pero es fácil imaginar que para el 2009 incrementaron o si queremos verlo de otro modo optimista que más mujeres se animaron a denunciar el maltrato.

Mas tarde a no pocos minutos (y cuadras), llegamos a la División de Familia (DIFAM), la Sub Oficial de Segunda Cinthia Hilario Camborda nos atendió con amabilidad y nos contó: que la mayoría de casos arribados son de maltrato familiar, cerca de siete diarios son en contra de mujeres, que a pesar de la convicción con la que llegan al hacer sus denuncias a los tres o cuatro días desisten, “probablemente porque tienen la mentalidad de sometimiento a la pareja”, opina la sub oficial, quien además cree que la falta de trabajo para mujeres las obliga a depender de sus parejas y soportar el maltrato por el sustento económico. Generalmente la sanción es una amonestación y si fuera necesario otras medidas de protección (que generalmente no se dan). Es decir que si mañana a un hombre se le ocurre golpear a su esposa y ella tiene la valentía de denunciarlo recibirá una amonestación, una especie de: “eso no se hace chico, las mujeres también sienten”.

Alguna vez hablé con una víctima de maltrato y cuando le pregunté si lo había denunciado me contestó que implicaría trámites y tiempo, esto lo confirmo la sub oficial que narró la demora que hay en este proceso, aunque también nos hablo de otra opción, una de la que hablaremos después. Y por si fuera poco si esta dama se sintiera afectada emocionalmente lamentablemente la DIFAM no cuenta con un área de psicología pues no hay practicantes para esta área, probablemente las autoridades ignoren el dolor e inestabilidad que causa el maltrato y por eso olvidan también invertir en esta área.

El lunes por la mañana (la siguiente parada): la Defensoría del Pueblo, el doctor Humberto Villar Fierro responsable del área de Derechos Humanos nos recibió con una sonrisa, para luego agregar a la lista de faltas: el acoso sexual en el trabajo, casos de mujeres que se ven presionadas y acosadas sexualmente de parte de sus jefes. En un Perú machista no suena extraño que los hombres con poder o cargo crean que también pueden tener poder sobre sus empleadas ¿Igualdad laboral? No hay registros de denuncias de acoso sexual de parte de hombres. El modelo de la denuncia para cualquier abuso está pegado en su periódico mural explicado de manera didáctica, el proceso inicia con el reclamo o denuncia y según se diera el caso se remite para la acción a comisarías o al Ministerio Público, esta institución si cuenta con un área de psicología y con la colaboración de abogados. El Dr. Villar nos contó la preocupación que tienen por la difusión de la igualdad de derechos por medio de talleres y charlas no solo en la urbe huancaína sino también en zonas alejadas ¿Se oye bien? Esperemos que esté resultando.

El panorama iba cambiando para el martes; aquí la mejor opción antes mencionada el Centro de Emergencia Mujer (CEM); la coordinadora Iris Medina nos atendió y esta era la mejor opción antes mencionada, el CEM cuenta con tres áreas: Psicología, Asistencia social y legal, se reciben diariamente de diez a más casos de violencia contra mujeres, quienes primero son atendidas por un psicólogo, después hay una verificación del caso o hecho por una asistenta social hasta la atención de un abogado que las asesora. La buena noticia: la denuncia es inmediata pues cuenta con personal policiaco especializado. La mala (como en la primera historia): las estadísticas, en el 2009 se registraron 758 casos de violencia familiar, 61 de maltrato infantil, 113 de violencia sexual a menores de edad y 27 de maltrato al adulto mayor; en el 2010: 300 casos hasta la fecha. La promotora Edith Vejarano nos informó que están próximos a abrir otro centro en El Tambo, la preocupación que ellos tienen es la difusión de este programa, para ello realizan charlas y talleres hacia los diferentes grupos de población a los que se dirigen. Pese al nombre esta institución no solo atiende a mujeres, también a niños, ancianos y varones (se han presentado pocos casos), probablemente la denominación venga de el hecho de que es un programa del Ministerio de la Mujer y que ellos trabajen directamente con este ministerio.

¿Si contaban con el documento de los derechos de la mujer? No. La DIFAM y el CEM trabajan con las disposiciones de la Ley Nº 26260 Ley de Protección frente a la Violencia Familiar. Y la defensoría del Pueblo con una adjuntía de derechos humanos. Por contar con áreas legales tienen conocimiento de los derechos de las mujeres, la pregunta sería ¿La mujer tiene conocimiento de sus derechos? Y por encima de que una institución la respalde ¿Cómo hace para hacerlos respetar?

(Husmeando entre archivos de este semestre; que casi termina; encontré esta crónica elaborada oyendo una canción para el curso de Legislación...
No extrañaré este semestre)

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