Nada de cábalas este año.


Mi mamá me dijo que doce uvas  y que doce granos distintos en un bolsillo y doce monedas en otro, que el calzoncito amarillo y papá dice que también uno rojo y uno verde, a coger la maletita, subir escaleras y los deseos… y feliz año nuevo.

El año pasado, una amiga guardo las siete semillas de granos distintos porque le traería dinero, no consiguió empleo en tres meses (o ¿Tal vez exista otro ritual para la inmediatez?). Mi hermana guardo las doce monedas en sus bolsillos y millonaria no es (¿Alguien hablo de limitaciones?). Mi hermanita pidió con doce uvas doce conciertos a los que desearía ir, no fue ni a un recital. Mi papá uso los interiores de los tres colores, rojo para el amor, verde para el dinero y amarillo para la suerte; sus relaciones no han cambiado mucho, continua con el mismo sueldo y tiene la suerte de tener una hija tan linda (eso es buenísimo). Mi prima cogió la maleta subiendo y bajando las escaleras, se quedó en la misma ciudad y con la misma gente (tal vez le falto ser realista y llenar la maleta con algo). 

Yo, disfrute las doce deliciosas uvas que caen muy bien después de la cena familiar. Ni amarillo, ni verde, ni rojo; rosado. No tengo maletas y subir y bajar por las escaleras me hubiese cansado mucho. Nada de semillas de granos distintos, ni monedas, mis pantalones no tenían bolsillos. A estar con los amigos un rato y disfrutar de mi sueño stereo.

Conseguí trabajo en enero. Viajé más de cinco veces este año. El dinero no me falta. Tengo la suerte de tener a los que quiero a mi lado, unos amigos increíbles.  Y me enamoré de un genio.

No más cábalas el próximo año. ¡Feliz año 2012!

No hay comentarios: