Manías inmanejables


(Escribir [te] de repente)

Tengo una agenda donde escribo todo lo que acontece durante el día (si el espacio lo permite).
Tengo un cuaderno pequeño para escribir lo que tenga que decir, porque así lo digo mejor.
Tengo un mp3 con canciones bastante persuasivas.
Tengo la luz suficiente para escribir lo que siento.
Tengo la manía de ser impaciente (no es cierto).
Tengo cuentos que no son cuento, son un intento.
Tengo las ganas de darte un beso.
Tengo el cabello bicolor, a causa del tinte que se cansó de mi pelo y se aleja despacio como sin ganas de irse porque (como yo) detesta las despedidas.
Tengo muchos lunares que merecen ser tocados (por tus labios).
Tengo un celular que comparte los colores de mi cabeza (rojo y negro).
Tengo unas zapatillas que necesitan ser renovadas.
Tengo unas manos inquietas (más cuando estoy a tu lado).
Tengo calcetines blancos, un polo fucsia y pantalones negros.
Tengo la tranquilidad de un gato, aunque más deseo su flexibilidad.
Tengo libros abandonados que prometí volver a tomar entre mis manos.
Tengo las mejillas calientes. Sí, sí, como afiebrada.
Tengo perrito que me ladre de nombre Ricky y es pastor inglés.
Tengo un osito que me asusta y una estrella de mar para acompañarme a dormir.
Tengo la urgencia de contarte todo lo que me pasa, compartirte mis miedos y que los espantes.
Tengo la necesidad de contar contigo siempre.
Tengo todo lo tuyo guardado en mi para siempre.
Tengo tu sonrisa perfecta, tu mirada inquietante y tus labios electrizantes.
Tengo el tiempo para decir: te amo.
Tengo el derecho a creerme todo lo que escribo.

Tengo, tengo y te tengo y eso me hace muy feliz.

[Aunque podrías decir que no tenemos nada]

1 comentario:

robhert dijo...

Tengo una agenda de este año que la compramos creyendo que mejoraría mi orden y memoria, pero luego la reemplazamos por circuitos y una pantalla que se convierte poco a poco en testigo de mis manías.

Hay cosas por cambiar. Y muchas otras por mantener, y pocas por renovar.

[Tenemos mucho]